El proyecto declara al sector autopartista como industria estratégica, a la vez que ofrece en todos los eslabones de la cadena de producción beneficios fiscales para las nuevas inversiones que generen mayor rendimiento, exportaciones e integración de componentes locales.
Las medidas de incentivo están orientadas a los nuevos proyectos de inversión que aseguren mayor producción, exportaciones y empleo en las terminales y empresas autopartistas, de manera de agregar valor a partir de procesos industriales.
En el caso de tratarse de autopartes, podrán ser nuevas o ya producidas que involucren mejora sustantiva en capacidad de producción.
En el proyecto se contemplan beneficios para las inversiones automotrices, como la devolución anticipada del Impuesto al Valor Agregado (IVA), ya que establece que el plazo de devolución se reducirá de seis a tres años y en el caso de la amortización de bienes de capital se reduce de cinco a tres años. Con estas medidas se busca compensar el costo financiero de las inversiones, consideradas de altos montos.
Otro punto clave para el fomento de la actividad es la eximición de los derechos de importación hasta el 2031 para apuntalar aquellos proyectos de radicación vinculados con la exportación.
A través de la iniciativa se crea el Régimen de Promoción de la Industria Automotriz-Autopartista y su Cadena de Valor, el Programa de Fomento a Nuevas Inversiones y el Instituto de la Movilidad que divide las aguas entre el oficialismo y la oposición.
Ese instituto tiene como objetivo diseñar políticas y contará con la participación de las cámaras empresarias, los gremios, el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) y el Estado, y contará con un Consejo Consultivo.
FUENTE: www.ambito.com