Los bodegueros de Mendoza, con apoyo del Ejecutivo local, rechazan la iniciativa legislativa nacional por el riesgo para el sector.
La provincia de Mendoza siempre levanta las banderas en defensa de la vitivinicultura, su industria madre. Ahora, el escenario es más pantanoso y complejo para los hacedores de la bebida nacional, tras abrirse con fuerza un debate que pone en riesgo al sector. Se trata del proyecto de ley de tolerancia cero, que avanza en el Congreso nacional para acabar con el alcohol al volante. Esto es reducir a cero el límite vigente de 0,5 gramos de alcohol en sangre para los conductores.
Así, son cada vez más las voces que se suman a la discusión, que no deja de estar dividida en el país, sobre todo por la dura realidad de las víctimas de accidentes de tránsito. Desde Mendoza, los bodegueros, con apoyo del Ejecutivo local, rechazaron vehemente la iniciativa legislativa y salieron a presionar para ponerle freno o, al menos, introducir algunas modificaciones para hacerla más flexible.
“Lo que vemos es cómo se manejan muchos de los temas que en la industria consideramos de producción y empleo. Lo único que pedimos es que se nos escuche y que las alternativas tengan la posibilidad de encontrar un punto de equilibrio, consenso, posibilidad de negociar, en el buen sentido. Hoy el sector se desarrolla en 18 provincias, genera exportaciones, e impulsa el turismo y la gastronomía”, expresó a LA NACION Sergio Villanueva, gerente de la Unión Vitivinícola Argentina (UVA) y director del Fondo Vitivinícola.
“Este proyecto no va en el mismo camino que va el mundo, que tiende a 0,5 gramos de alcohol en sangre, como dice la Organización Mundial de la Salud. No se registran accidentes con esa graduación, incluso en Buenos Aires, que ha bajado. Vemos cómo las estructuras partidarias determinan las disciplinas de los bloques y se toman las decisiones, por lo que muchas veces es una puesta en escena. Tratamos de romper esa lógica”, añadió el dirigente.
Toda la industria decidió unirse para potenciar el reclamo. Los principales referentes del sector –entre los que se encuentran el reconocido bodeguero Alberto Zuccardi, presidente de la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar), o Eduardo Sancho, titular de la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas Argentinas (Acovi)– fueron recibidos en los últimos días por el gobernador Rodolfo Suarez, quien les manifestó su apoyo. En este sentido, coincidieron en la importancia de lograr un consenso “que sea beneficioso para bajar el número de accidentes y que no afecte las costumbres de la gente y la actividad vitivinícola en general”.
“Le hemos transmitido nuestra preocupación ante el tratamiento de la ley de tolerancia cero en la Cámara de Diputados. Entendemos que la iniciativa perjudica a toda la población argentina y, en particular, a las regiones productoras. El vino es parte de la cultura y de la alimentación de los argentinos. Sacarlo de la dieta deja el lugar para las bebidas azucaradas, que causan severos problemas en la salud de la población”, señaló Zuccardi. Considera que, de avanzar este proyecto, habrá un fuerte impacto en el turismo y la actividad vitivinícola, incluso en los enólogos, quienes durante su trabajo realizan permanentes catas de la bebida, en niveles bajos, y luego suelen conducir. “No podrían trabajar si una ley de esta naturaleza fuera sancionada. Nos preocupa muchísimo, porque no hay pruebas de que con 0,5 g/l de tolerancia, que es lo que contempla actualmente la ley, haya accidentes. Los accidentes se producen con mucha más ingesta de alcohol”, sumó el titular de Coviar.
Por eso, el malestar del sector es creciente. “Es un proyecto de ley que ataca a la vitivinicultura en general y a la población argentina, proponiéndole un cambio en sus costumbres y alimentación. Entendemos que es muchísimo más dañino que el problema que se está tratando”, acotó Zuccardi, quien aseguró que el gobernador se sumará “a una serie de gestiones para evitar que una ley de esta naturaleza se sancione”.
Alternativas
En este sentido, desde la industria indicaron que están ofreciendo algunas alternativas al proyecto. Buscan que se discuta “una ley de consenso”, esto es con endurecimiento de medidas, como pueden ser multas más severas, modificando la ley nacional de tránsito, o un aumento en la edad para la tolerancia cero, así como segmentar a los consumidores al volante de acuerdo con el grupo etario, actividades profesionales o capacidad de conducción.
“Trabajaremos en un proyecto alternativo, junto a los legisladores de las provincias vitivinícolas, que permita lograr este consenso en las distintas cámaras”, indicaron los bodegueros.
De todas maneras, hay voces mendocinas autorizadas que ponen reparos al planteo del sector vitivinícola. Por caso, el reconocido médico toxicólogo Sergio Saracco, exministro de Salud de Mendoza, da su visión sobre la férrea postura de la industria y la necesidad de comprender los cambios para evitar más tragedias al volante. “Ya lo dice la tercera ley de Newton, que la podemos definir en que a toda acción corresponde una reacción. Pasó con la ley de los espacios libres de humo de tabaco, que supuestamente traería el cierre de los cafés y restaurantes. Eso no pasó y se llevó adelante sin ningún inconveniente, logrando cambios de hábitos que en definitiva mejoran la salud pública”, expresó el especialista en diálogo con LA NACION.
FUENTE: www.lanacion.com.ar